Caja con Formas Pure (madera)

Es bien sabido que a los bebés les encantan los llaveros. ¡Esta caja de llaves es perfecta para desarrollar la lógica y la motricidad fina a través del juego! A partir de 18 meses, el niño podrá divertirse insertando las diferentes formas en los lugares correctos y eligiendo después la llave adecuada para abrir la cerradura y sacar las piezas. Ideal para aprender las formas y los colores, este juguete de aprendizaje temprano permite al bebé desarrollar la lógica. Fácil de manipular, esta caja de llaves contiene 6 bloques (1 triángulo amarillo, 2 círculos azules y 3 cuadrados rojos) y 3 llaves de plástico que se pueden colgar de la caja con un llavero para no perderlas. Uno de los lados de la caja, bien pensado, es transparente para que el bebé vea cómo caen las piezas. En esa cara también se indica el tipo y el número de formas que hay que meter en cada compartimento. Este juguete de estímulo de madera de colores agradables está pintado con pintura al agua y forma parte de nuestra colección Essentiel.

Buscamos un caracol azul y amarillo, ¿lo has visto? Con este juego de buscar y encontrar sobre el tema del jardín, los niños a partir de 2 años desarrollan la capacidad de observación mientras se divierten. Su objetivo: encontrar el insecto de su carta entre todos los que tienen delante. Este juego educativo de madera consta de: 42 insectos (7 orugas, 7 mariquitas, 7 caracoles, 7 escarabajos, 7 arañas y 7 moscas), 42 cartas redondas de cartón y 1 bolsa de algodón muy práctica para guardar y transportar fácilmente el juego. Como un juego de mesa, este juego de buscar y encontrar se puede jugar con otra persona: acompañado por un adulto que describa oralmente la forma y el color de un insecto, el niño debe encontrarlo en el montón. ¡También pueden jugar varios niños juntos, turnándose o trabajando juntos para encontrar los bichitos! En modo «autónomo», el pequeño saca una tarjeta y se toma el tiempo necesario para encontrar el animal en cuestión. La gran ventaja de este juego de observación es su modularidad: en cada partida, se cambian de sitio las piezas y el niño no se aburre ni memoriza el lugar de un elemento, como en una ilustración por ejemplo. Además, el adulto puede variar el nivel de dificultad extendiendo más o menos las piezas por la mesa, pidiendo al niño que encuentre la pieza con la mano contraria o limitando su número de intentos. Es un juego educativo y evolutivo en función del progreso de los niños más pequeños y de los mayores. Cada pieza tiene sus propias características (formas y colores): ¡cuidado con no confundirlas! El jardín es un entorno propicio para la exploración, la curiosidad y la aventura: los bichitos siempre divierten y sorprenden a los niños. Por eso optamos por que los insectos fueran los protagonistas de este juego de buscar y encontrar. Estimula la observación, la agudeza visual, la motricidad fina y el reconocimiento de los colores: ideal para niños desde la guardería. Este juego de observación está hecho de madera y cartón con certificado FSC™. Forma parte de la gama pedagógica de Janod diseñada en colaboración con una maestra para ajustarse al máximo a los aprendizajes y programas de cada nivel.